Luego del primer contacto, que, generalmente, será por medio de un correo electrónico (mail) y/o por vía telefónica (fija/celular), combinaremos una entrevista personal en mi oficina (o si lo preferís, en tu domicilio).
Una vez que acordemos la defensa de tu reclamo, concurrirás a una escribanía para firmar un poder especial judicial a mi favor, ello para poder gestionar tu caso con la mayor celeridad posible (al ser un poder especial judicial, sólo podré utilizarlo para gestionar el reclamo derivado del accidente que hayas sufrido y para nada más).
Asimismo, aclaro que, dicho poder (mandato) no me facultará para cobrar absolutamente nada en tu nombre. El cheque por la indemnización saldrá a tu orden, sólo a favor tuyo.
Inicialmente, realizaré una gestión extrajudicial ante el responsable del hecho (generalmente una compañía de seguros o una aseguradora de riesgos del trabajo) para intentar solucionar tu problema en no más de noventa (90) días.
El objetivo consiste en que, dentro de dicho plazo (noventa (90) días) recibas el cheque indemnizatorio.
Si el resultado no es favorable, de inmediato comenzaremos con el proceso de mediación, que es una instancia previa y obligatoria al inicio del juicio.
Se trata de un procedimiento breve (usualmente no se extiende más de treinta (30) días), que tiene por finalidad esencial evitar la interposición de la demanda judicial (en otros términos, que las partes lleguen a un acuerdo) y que se desarrolla ante la presencia de un tercero imparcial (el mediador).
Si tus expectativas no se ven satisfechas, deberemos iniciar el juicio (generalmente en el Fuero Civil y/o Laboral de la Justicia Nacional con sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) cuya duración promedio, hoy día, ronda los tres (3) años.
Sin embargo, esto no significa que, sí o sí, tengas que esperar el dictado de la sentencia definitiva (comúnmente de 2da. Instancia o Cámara).Siempre, durante el curso del proceso, existirá la posibilidad de negociar y arribar a una transacción que ponga fin al pleito.
Mi tarea, todo mi esfuerzo, estará orientada/o a solucionar tu problema (a que tus derechos sean respetados) en el menor tiempo razonablemente posible y con el mejor resultado (cuanto más elevada sea la indemnización que consiga para vos, mayor será el importe de mis honorarios).
Tenemos que tener presente que, para que un acuerdo sea posible, siempre se necesita la concurrencia de dos (o, a veces, más) voluntades. Si uno no quiere, dos no pueden.